Financial Transurfing: La libertad de moverte en tu vida financiera

Todos hemos visto esas proyecciones financieras que nos dicen que si invertimos religiosamente en un fondo indexado, dentro de 50 años seremos millonarios. Suena bien en el papel, pero hay dos problemas:

Primero, no sabemos si tendremos 50 años por delante. Segundo, incluso si los tenemos, ¿de qué sirve acumular millones para gastarlos a los 90 años?

Las metas a tan largo plazo son poco realistas. No funcionamos así. Nuestro cerebro necesita objetivos que podamos vislumbrar, aunque estén lejos. No un castillo en el aire, sino una cima en la distancia que podamos ver y caminar hacia ella. Y, más importante aún, el plan para llegar allí debe ser flexible, capaz de ajustarse a la realidad y no solo a modelos matemáticos.

La estrategia del pobre: ahorrar y esperar

Veamos un caso concreto.

El 1 de enero de 2025, alguien tiene 10 k ahorrados. Gana 5.000 € al mes y sus gastos rondan los 3.000 € mensuales, unos 100 € al día. Un cálculo rápido nos dice que en cinco años habrá ingresado 305.000 € y gastado 182.700 €, lo que le dejaría con 132.300 € el 1 de enero de 2030. Sin inflación de por medio, parece un resultado sólido.

Pero aquí es donde los artículos financieros tradicionales le dirían que está haciendo el idiota. ¿Por qué no invierte lo que le sobra en un fondo indexado? Con un rendimiento promedio del 5% anual y un poco de paciencia, su dinero crecería significativamente.

La estrategia clásica: invertir en el fondo

Si después de la Navidad, como resultado de reflexionar sobre los propósitos del nuevo año, decide invertir la mitad de los 10 k iniciales en un fondo indexado, entre que busca, pregunta a su cuñado, elige y contrata, tiene su fondo listo el 31 de enero de 2025, viernes.

Los cálculos no son tan sencillos aquí, pero en Financial Transurfing además de modelos mentales y filosofía, tenemos herramientas para hacer los cálculos duros. Como el fondo da un 5% anual, compone diariamente y además va a hacer un DCA invirtiendo 1 k mensuales en ese fondo, a 1 de enero de 2030 tendrá en el fondo 74.400 €, además de 67.200 € en su cuenta.

Pero no nos volvamos locos con las cifras, en números redondos:

  • 5 años ahorrando, 132 k aprox.
  • 5 años ahorrando e invirtiendo una parte en un fondo indexado, 141 k aprox.
  • 9 k de diferencia que bien pagan una reforma en la casa o unas buenas vacaciones.

La decisión está clara, ¿no?

—¿Por qué no funciona eso conmigo? ¿Soy especial? ¿Las matemáticas no funcionan? ¿El Universo me odia?

No, lo que pasa es que es un modelo demasiado simplista. Un modelo no debe ser demasiado complicado. No tiene sentido crear un modelo capaz de calcular hasta el último céntimo y que haya que estar dedicando 2 horas diarias a alimentarlo con datos, pasándole cada ticket de cada café, cada compra, cada vez que me encuentro una moneda en la máquina de refrescos.

Pero tampoco tiene sentido modelar nuestra vida como que simplemente ingresamos, gastamos, ahorramos e invertimos. Es demasiado simple. Aunque el punto útil está mucho más cerca del modelo ultrasimple que del modelo ultracomplejo, necesitamos un poco más de elaboración en lo que a flexibilidad se refiere. Y aquí entra Financial Transurfing, para poder surfear mentalmente entre los distintos escenarios.

Una idea arriesgada: comprar un coche

Vamos a comprar un coche. Lo necesitamos para trabajar, para llevar a los niños. ¿Hemos hablado de vacaciones? Un coche nos ayudará.

En cualquier blog de finanzas te dirán que comprar un coche es lo más ruinoso que puedes hacer. Pero salvo que vivas en el centro de una gran ciudad, es ventajoso y muchas veces indispensable.

¿Qué tal si tomamos parte de lo que ahorramos para comprar un coche? En nuestra historia el personaje tiene 2.000 € disponibles al mes.

Visita un concesionario el lunes 27 de enero de 2025 y le ofrecen un magnífico coche por 50 k. Solamente debe pagar 5 k y contraer un préstamo al 7,5% durante 8 años y saldrá conduciendo su nuevo y flamante coche.

Acepta. Pagará 416,67 € cada mes durante los próximos 8 años, pero disfrutará de su coche. Ese viernes, día 10 de enero, tras una semana de incertidumbre y ensoñaciones, y casi como regalo de Reyes Magos, por fin conduce su coche, rumbo al fin de semana.

Esto quizá le genere nuevos gastos (gasolina, reparaciones, seguros), pero también nuevas oportunidades (acceso a ofertas de trabajo, actividades en familia). La vida no se reduce a una cuenta en una hoja de cálculo. Pero es cierto que los coches se deprecian. En concreto se dice que los coches pierden un 10% del valor por cruzar la puerta del concesionario.

Y luego se deprecian otro 10% cada año. Así es la vida, es el precio que pagas por disfrutar de tu libertad de movimiento.

El caso es que tenemos coche, y a 1 de enero de 2030, nuestro balance es:

  • Coche de 5 años que podríamos vender por unos 20 k.
  • 89 k en la cuenta.
  • 20 k aún por pagar del préstamo del coche.

Total neto: 89 k. Bastante peor que los 132 k si no nos hubiéramos comprado el maldito coche y mucho peor que los 141 k si hubiéramos invertido.

Lo mejor de ambos mundos

Pero ¿hay más alternativas?

Seamos un poco creativos. ¿Qué tal si compramos el coche, que al fin y al cabo lo necesitamos, y además invertimos en el fondo indexado?

Con Financial Transurfing podemos hacer estos cálculos. Si de los 2.000 € disponibles al mes, usamos 1.000 € para invertir en el fondo y pagamos la cuota del coche, a 1 de enero de 2030 nuestro balance será:

  • Coche de 5 años que podríamos vender por 20 k.
  • 74 k en el fondo indexado.
  • 25 k en la cuenta.
  • 20 k de deuda del préstamo del coche

Total neto: 99 k y 5 años de haber disfrutado de libertad de movimiento y los que quedan por delante.

No está mal.

Visualizando las variantes

¿Has visto estos diagramas tan chulos?


Esto es una de las herramientas de las que se sirve el método Financial Transurfing y que te permite fácilmente explorar distintas realidades.

Cada una de las ramas son caminos de vida que puedes elegir. Algunos serán más accesibles, más fáciles de acceder, otros más difíciles. Pero si no los visualizas antes, si no puedes hacerte una idea de cómo serán, difícilmente podrás elegirlos.

Los puntos blancos son variantes, posibilidades específicas dentro del espacio de variantes. Hay muchas, pero solo algunas se materializan en la realidad.

Como todas las posibilidades que hemos tratado aquí son muy parecidas, podríamos agruparlas en un sector. Si además de la inversión en fondos indexados, la compra de un coche o el ahorro hubiéramos considerado liquidarlo todo e irse a vivir al sudeste asiático, quizá esa variante no pertenecería a este sector, ya que es distinta.

El transurfing estudia otros conceptos como los péndulos, que te alejarían de conseguir que la rama que tú quieras se materialice, la ola de la suerte, el equilibrio…

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